jueves, 18 de noviembre de 2010

9° Epístola - El retomo

Mi muy deconstruido y vuelto a construir otro:


La marea de conceptos universales llevados como formas de banderas por esa manga de kirchneristas por las calles, rutas, muros, y demás parates entre Buenos Aires y Entre Ríos fue amainando con el correr de los días. Pero, como sabemos, el sabor del tumulto no se quita con una sobredosis de "elementos privados" injertados abruptamente. No, aún quedará el vocabulario inventado en esa movilización de conceptos salidos de sus casilleros: porque no es que las cosas vuelven a su "estado natural" o a su "original position", sino que la consecuencia de ésta lucha genealógica nietzscheana (espero insertar de buen modo a Nietzsche) obliga a destruir y reconceptualizar. Y así andamos, como diciendo vox populi "todo está como siempre", cuando luego de esa sentencia casi axiomática nos miramos entre nosotros en las calles y en los bares como sabiendo que estamos cometiendo el pecado capital de mentir. El silencio de los cuerpos rozándose en la cosa pública produce oximorones súper molestos para quien ésto escribe, que encima lo escribe en silencio, en silencio de trinchera para no gritar a viva voz: SON TODOS UNA MANGA DE ENKIRCHNERIZADOS. Pero ésta voz baja-nula no opera como parte de un miedo a ser atacado por medios de comunicación, 678 o adeptos a la Presidenta. Éste no querer clamar verdades (según quien ésto escribe), opera más bien como no querer terminar, según los medios masivos de comunicación (concepto bien adquirido por nacionales y populares), como un "loco bajo los efectos de narcóticos K". Es tanto el amor y el punto de fuga que ofrece pensar en dicho proceso de generare mitos, de rebautizar nombres, de tomar calles, de molestar status quo, que el silencio para quien ésto escribe es un modo de salvaguardarse huevos e inentiligibilidades.
Por eso, debo confesarte, como forma más acorde a este "retome de comunicación epistolar": me hice kirchnerista. Quiero citar para que leas en la tranquilidad cuasiselvática de Entre Ríos un ensayo de nuestro nunca mentado Leopoldo Marechal "EL POETA DEPUESTO". Quizá ahí podremos retomar el entendimiento, y tal vez reconstruyamos juntamente coneptos guardados en nuestro baúl común de conceptos.
¿ Y si nos une éste nuevo tinte que toma la política nacional? AHHH , mamma mía, que me tomo una ginebra en algún lugar cheto para festejar que los dos tomemos una bandera y que UNO Y OTRO nos fundimos en el vasto universo nacional y popular.

Espero que medites ésta nueva forma que propongo para que nuestra relación no éste primada de distancia sino de conexiones que se van tendiendo (onda topología, pero eso se lo dejamos a los científicos, que expliquen ésto último que escribo)

Un abrazo,

Santiago.-

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