martes, 10 de agosto de 2010

Los inicios.

¿Quién viaja hacia las frondosas formas de la violencia entrerriana? ¿Quién retarda mi parte que vuelve de las vacaciones de apenas días que un Benedetti gastó con poemas para oficinistas?
Papeles y papeles, radios y más radios urbanas, para no pensar en "ese" que se va hacia donde yo me vuelvo? [Uno de Retiro hacia una terminal cuasi-caída en un pueblo federal. Otro de la terminal cuasi caída de un pueblo federal hacia Retiro.] Las mismas rutas pero vistas como desde charcos en el aire. Nos cruzaremos, quizá, tal vez, por ahí, en el centro del puente Zárate Brazo Largo (ahí, justo donde no se especula ningún encuentro, ningún cafe de paso. Pero no sé por qué me urge la idea de mesas sobre la ruta, deseo de retardar las vueltas): nos diremos los nombres, aunque sepamos que Santiago ya está hecho de dos partes: de la parte de ruta hacia en norte, de la parte de ruta hacia el sur.
-Hola, me aguardan las oficinas perdidas en las otras oficinas de vos.
-Hola, me aguardan los pueblos iguales a los pueblos que has transitado.
-¿Suerte?
-¿Mala suerte?
-No sé, pero creo que podríamos escribirnos la vida.
-Podríamos...
-No quiero perderte ruta arriba. Quizá me darás noticias de tus andares.
-Y vos de tus "quedares".
-Dirección postal...
-No sé...
-...
-Igual llegará a destino, dedicate a escribir como si yo te dicto.
-Ya tenés olor de lo que fui en la ruta que pasé.
-Jodete, el mal olor sutil tiene el gusto de ser movimiento. A vos te tocan mis perfumes medios baratos.

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